Roscones de Reyes para compartir por un mundo sin hambre

No me gusta nada la demagogia y mucho menos me gustan los desalmados que consienten que en el mundo, hoy,  haya gente pasando hambre.

Para algun@s, las mejores viandas y  caprichos como este dulce,
para otr@s,  nada.

Entiéndase como una protesta humilde y metafórica,
pero a la vez,  muy  fuerte y cabreada.

Mayores y niños que se levantan con el estómago vacío.



Que se acuestan sin poder cenar una tortilla, ni nada.




Padres y madres que no tienen nada para dar de cenar a los críos.

En todos los continentes, en todos los estados,  personas que pasan hambre.

Y al día siguiente,  sin desayunar a la escuela.

Aquí al lado.

Casos extremos, pero sólo en España,   son más de 30.000   las  familias con niños que pasan hambre.

Gentes de clase media,  los nuevos pobres,  los avergonzados por tener que pedir para comer.
Una pobreza que es consecuencia  del enriquecimiento masivo, especulativo y meteórico  de unos,  creando una brecha  en la que no piensan poner ningún puente.

Mientras los malos atesoran y trapichean y reciben encima ayudas multimillonarias,  hemos de colaborar en la medida que podamos  para que nadie pase hambre.
En todos los pueblos y  en las ciudades, trabajan asociaciones en las que podemos  ayudar;  también existen iniciativas particulares como  hacer sopa para repartir cada atardecer   y otras buenas ideas para paliar el hambre,  parches para ir saliendo del bache   mientras   buscamos la solución buena.

Este roscón es infalible,  delicioso, aromático, esponjoso.
Podemos preparar hoy el prefermento para hornear mañana ricos roscos que compartir.

Receta:  Ibán Yarza en  el programa Robin Food.

Salud amig@s!!,
y comida,
y amor.