Pintxos homenaje a Astrid de Miblogdepintxos

No la conocí  personalmente, simplemente soy una seguidora acérrima de su fantástico Miblogdepintxos, sin embargo me consta que además de genial en el amplio mundo de la gastronomía, era una bella persona.
Es una pena enorme, tenía mucho que vivir todavía.

Cruzamos algunos mensajes, sobre todo a cuento de algunos pintxos que preparé para sus concursos, y este le hizo mucha gracia porque quería hacerle un poco la pelota, pero ante todo, quería demostrarle mi admiración  intentando reproducir el logo de su blog en forma de pintxo.

Pintxo de borraja plancha con bacalao y reducción de clarete.

Querida Astrid, a ver qué te parece este otro. En tu memoria.
Pintxo de alcachofa con fresa y queso.

Un abrazo hermosa, ojalá pudiéramos alguna vez encontrarnos. Tu Donosti sigue lloviendo.


Salud amig@s.

Helado de fresas y nata

Qué ricos son los helados caseros, sin colorantes ni cosas raras y con todos los sabores que nos podamos imaginar.
Seguro que con máquina heladora saldrán mejor todavía, pero yo no tengo y os aseguro que sin ella también queda un helado muy cremoso, esa textura que conseguiremos volviendo a batir la mezcla unas tres veces después de las 3-4 primeras de congelador, así rompemos los cristales de hielo que se van formando y nuestro helado  quedará meloso como los de heladería. Lo de sabroso está claro clarísimo.

Aunque las fresas auténticas  que cultiva mi padre no llegan hasta Junio,  hay de temporada en el mercado montones de fresones que no pueden compararse en sabor pero  son bastante aceptables algunos.

Es muy sencillo y necesitamos:
- fresas o fresones  500 gr.
- azúcar glace  al gusto, yo prefiero que se note el punto ácido de la fruta.
- miel 2 cucharadas ( o dos cucharadas de azúcar invertido).
- vinagre, unas gotas.
- nata líquida para montar  200 ml.

Lavamos las fresas o fresones en este caso,  les quitamos las hojas, las troceamos y las batimos con el azúcar , la miel y un hilo de vinagre.
El vinagre potencia mucho el sabor de estos casi siempre insípidos fresones.

El batido resultante es maravilloso y si lo congelamos en unos moldes, tendremos unos polos naturales deliciosos.

Montamos la nata, que estará bien fría,  y la mezclamos suavemente con el batido.

Se va adivinando el color precioso que tendrá nuestro helado.
Lo llevamos al congelador y cada hora lo sacamos y lo batimos para que no cristalice, unas tres o cuatro veces.

Hay que sacarlo del congelador una media hora antes de tomarlo.
Tiene un sabor delicioso.

Salud amig@s!!




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Un arroz con espárragos frescos de Navarra

Un arroz con verduras frescas. Está sabroso y es fácil hacerlo.  Aprovecharemos las hortalizas que estén de temporada.

No debe importar el desperdicio importante al pelar los espárragos frescos, nos aseguramos así no encontrar ni un hilo.

Preparamos un refrito de ajo, cebolla, puerro, zanahoria, pimiento y tallos de espárrago, todo picado.
Añadimos el arroz, rehogamos y cubrimos con dos medidas y media de la medida de arroz con caldo caliente.
Salamos al gusto.
Echamos unas gotas de zumo de  limón.
5 minutos con el fuego a tope.
Bajamos el fuego, semitapamos y esperamos 15 m.
En los últimos 5m.  añadimos unas gambas, unos guisantes, y las puntas de los espárragos reservadas.

Salud amig@s!!

Crema de espárragos blancos

Nada como las fruterías de barrio para comprar las mejores frutas y hortalizas, muchas veces tendrán los productos de agricultores de la zona, con buena calidad y buen precio.

Mi padre es labrador y  tenemos la suerte de que cultiva espárragos, pero si tuviera que comprarlos no sería en una gran superficie desde luego sino en los mercados o en las fruterías de barrio,  allí estarán frescos, recién traídos por el productor.

Estos son de segunda clase, el comisionista que  compra los espárragos en el pueblo paga unos céntimos ridículos por ellos,  sólo compensa vender los de primera clase, muy muy muy  seleccionados  y a un precio que este año apenas pasa de los 2 euros el kilo;  os  aseguro que no parece caro si los tienes que sacar uno a uno de la tierra.

En casa son los de segunda los que comemos  a diario,  sólo se cogen de los de primera si queremos hacerlos rellenos porque se necesitan  bien gruesos para rellenar.

Espárrago de Navarra de 2ª  clase.

Si los veis en la frutería  comprad sin miedo, son mucho más baratos y tienen el mismo sabor, olor, textura.  Incluso los que están algo morados son más sabrosos.
 Nada que ver con los chinos y peruanos.

Por supuesto que los de 1ª tienen más presencia y eso cada uno verá qué le interesa pero para hacer esta crema de espárragos, con que estén bien frescos nos vale.

Necesitamos:

- espárragos  blancos frescos   un manojo
- patatas medianas 2
- cebolleta 1
- puerro, la parte blanca de 1
- aceite de oliva virgen extra

Pochamos la cebolleta y el puerro picados en algo de aceite, a fuego suave para que no tomen color.
Añadimos las patatas peladas, lavadas y cortadas.
Añadimos los espárragos pelados y cortados, reservando unas puntas.

Damos un par de vueltas al conjunto y cubrimos de agua generosamente.
Salamos al gusto, y también le pondremos una pizca de azúcar para contrarestar el  matiz amargo del espárrago.
Lo dejamos cocer unos 20 m.

 En los últimos 5 m.  echaremos las puntas reservadas que serán para adornar.

Retiramos las puntas y pasamos todo por la batidora.
Pasamos la crema por el chino para asegurarnos que  no haya ningún hilo.
Podemos  servir caliente, templado o frío   y es una crema con muchísimo sabor  a espárrago, de Navarra.
No le va nada mal un chorrito de nata pero no creo que la necesite,  tenemos que intentar comer sano, dieta mediterránea a tope.


Salud amig@s!

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Pollo encebollado al vinagre

Este plato, como otros muchos, siempre me recuerda a mi madre.  J. hija mía, J. hijo mío,  cuando queráis preparar "el pollico con cebolla como lo hacía la abuela" , aquí está la receta, en este blogmiren que creé para mi y en gran medida también para vosotros.

Lo primero que necesitamos es un buen pollo, si es amarillo mejor, si es de corral, mejor todavía.
Buen aceite de oliva.
Cebolla, mucha, 3 ó 4 medianas.
Ajos, 4 ó 6, enteros, con o sin piel.
Vinagre.

En una cazuela amplia doramos el pollo troceado con un poco de aceite a fuego vivo.
Vamos reservando en un plato los trozos ya dorados. Los salamos.

Bajamos el fuego al mínimo y en ese mismo aceite, tal vez necesite un poco más,     pochamos la cebolla cortada en juliana con los ajos enteros. Le echamos un poco de sal y dejamos que se vaya haciendo sin prisas.

Cuando la cebolla está transparente y un poco dorada, la rociamos con vinagre, un chorro generoso.  Dejamos unos segundos, dando vueltas, y añadimos el pollo reservado.
Tapamos la cazuela y dejamos unos minutos a fuego lento, hasta que se mezclen los sabores y veamos que la carne está tierna.
Si el pollo es de corral tarda algo más en hacerse y necesitará que le echemos un poco de agua para que no se pegue.

No tiene más misterio. Podéis dejarlo preparado de víspera, ganará en sabor.
A la hora de comer, se pueden freír  unas  patatas para acompañar.

On egin!
Salud!