Hojaldre de manzana y pasas

Un  pastel muy sencillo en su preparación y muy delicioso para esta tarde otoñal.
Lo vi en el maravilloso blog En guete!!!, gracias Kako.


Necesitamos:
- hojaldre 2 láminas
- manzanas 700 grs.
- zumo de 1 limón pequeño
- azúcar al gusto
- canela 1 cucharadita
- maizena 3 cucharaditas
- ciruelas o uvas pasas 30 grs.
- yema de huevo 
- azúcar glace

Mezclamos el zumo de limón con el azúcar y la manzana rallada, sin los corazones.

Dejamos unos minutos macerando.

Escurrimos en un colador y guardamos el jugo.

Añadimos a la mezcla la canela, la maizena y las pasas, si son ciruelas, las cortamos en trocitos.

Extendemos una lámina de hojaldre en el molde, la pinchamos con un tenedor y extendemos la mezcla.

Cubrimos con la otra lámina y sellamos bien los bordes.

Reducimos al fuego el jugo que habíamos reservado y lo mezclamos con la yema para pintar la superficie del pastel.

Horneamos a 220º unos 30 minutos o hasta que esté dorado.

Espolvoreamos con azúcar glace y a disfrutar, templada sabe a gloria.

Salud amig@s.

Croquetas de borraja y jamón

Creo que la borraja es una verdura extra, su sabor es de una suavidad y a la vez personalidad, que la hacen, para mí, una de las reinas de la huerta, al mismo nivel que la alcachofa, a la que tanto me recuerda en su olor al hervir y también en el sabor.

Simplemente cocidas en agua hirviendo y rociadas del mejor aceite de oliva crudo, son un manjar, no dejéis de probarlas si sois amantes de las verduras y no las conocéis.
Estas son unas croquetas de jamón a las que he añadido trocitos de borraja hervida y algo de su caldo de cocción junto a la leche de la bechamel.
El caldo de cocer alcachofas y borrajas, jamás lo tiro, es muy rico para tomarlo caliente con un poco de aceite y también, para añadir a las salsas.

Necesitamos:

- borrajas hervidas y algo de su caldo de cocción y unas hojas tiernas de borraja para presentar el pintxo.

- jamón picado

- ajos

- aceite de oliva virgen extra

- mantequilla

- harina

- leche

- harina, huevo batido y pan rallado para rebozar

- sal al gusto

Lavamos y troceamos las borrajas, si son muy tiernas apenas habrá que pelar los tallos, para cocerlas en un poco de agua hirviendo  durante unos 15 minutos, se deshacen enseguida y personalmente, prefiero la verdura sin exceso de cocción, al dente.

Guardamos unas hojitas para presentar con las croquetas, lavadas y secas. Pueden ir  fritas, como en nuestra flor de verduras, o crudas como ensalada, que me parece mejor en esta ocasión.

Podemos comernos un buen plato de  borrajas con patatas y zumo de oliva y reservar algunas para las croquetas.

 Haremos una bechamel para croquetas, como tengamos costumbre, yo primero he dorado dos dientes de ajo pelados en el aceite y la mantequilla.

Después se retiran los ajos y se tuesta un poco la harina en la grasa.

Añadimos caldo caliente de borrajas.

Añadimos leche hasta conseguir el espesor deseado y no nos olvidamos de los tropezones: el jamoncito picado y nuestra maravillosa borraja también picadita.

Las croquetas siempre las hago a ojo.

Una buena referencia para mí es que cuando echo la harina, tiene que formar unos picos al integrarse con el aceite y la mantequilla, cuando está así, ya no pongo más harina y empiezo a echar el líquido.

En estas otras croquetas de jamón y setas, sí puse cantidades.

La bechamel tiene que cocer un buen rato para estar más rica.

Después la dejamos enfriar extendida en una bandeja, perfecto de un día para otro, y las formamos y pasamos por harina, huevo batido y pan rallado.

Las freímos en  aceite profunda caliente, de pocas en pocas y escurrimos el aceite sobrante con papel de cocina.

Podemos presentarlas con hojas tiernas de borraja, fritas o crudas como ensalada.

Ricas de verdad.

Salud amig@s.

Con este pintxo quiero participar en el 2º concurso del maravilloso miblogdepintxos.

Lo organiza su autora, Astrid, con la colaboración y patrocinio de:

Baixas
Boffard
Cookiteca
Euro Caviar
I Love Aceite (aceite de oliva virgen extra)
Gadgets Cuina
Revista Food Alimentación
Jamón Jamón
Llopart
Panes Creativos
Conservas Serrats
Tradissimo

On egin!

Galletas napolitanas

Desde pequeña, adoro esas galletas de canela, rectangulares, cubiertas de azúcar, crujientes y deliciosas, ¿ sabéis cuáles os digo, verdad, ?, pues, le había prometido a un niño que también las adora, que se las haría en casa y, no sabéis qué éxito. Se hacen en un momento y saben a gloria.
Gracias a Nati por la receta.


Necesitamos:
- mantequilla 100 grs.
- azúcar 100 grs.
- huevo 1 grande
- canela en polvo 2 ctas.
- levadura Royal 1 cta.
- harina 200 grs.
- azúcar para espolvorear

Mezclamos la mantequilla blanda con el azúcar.
Añadimos harina + levadura + canela e integramos todo.

Añadimos el huevo hasta obtener una pasta lisa.

Guardamos la masa en la nevera cubierta con papel film, mínimo 1/2 hora para que adquiera cuerpo.
Después, la extendemos con rodillo, cuanto más fina, más crujientes quedarán.
Me gustan rectangulares y de varios tamaños pero, las
podemos formar al gusto del momento.
Horneamos en horno precalentado a 180º, hasta que estén doradas. 

Salud amig@s.

Mermelada de pimientos de Gernika

En esta familia tomamos pocas mermeladas, pero, me siento en la obligación de hacer algunas, aprovechando frutos de casa, tomates, melocotones, fresas (ésta mermelada sí vuela ), manzanas, cerezas, higos, peras,membrillos..........que después vienen bien para regalar, comer ocasionalmente o morir de pena en la despensa.
Y bien, con los últimos pimientos de Gernika, un pimiento verde pequeño estilo Padrón pero que no pica, aproveché para hacer mermelada porque  se estaban quedando desfasados, demasiado grandes, cuando lo ideal es consumirlos pequeños.

Ha sido un acierto.
Tiene un sabor potente y delicado a la vez.
 Casa muy bien con lo salado.
Carnes, pescados y quesos, se alegran con un toque verde de esta mermelada.

A la próxima, le voy a añadir unas guindillas vaskas (que tampoco pican , bueno, casi ninguna), creo que será excelente.
Para el experimento he necesitado:
- pimientos de Gernika 500 grs.( o pimientos verdes italianos)
- cebolla, un poco
- aceite de oliva, una cucharada
- azúcar 150-200 grs.
- canela en rama, un poco
- sal, una pizca
- vinagre bueno, un chorro
- opcional : algo de pimienta u otras especias al gusto

Rehogamos los pimientos limpios y sin rabo ni pepitas, con la cebolla en el poco de aceite.
Añadimos el azúcar, la sal y la canela.
Mantenemos a fuego bajo removiendo de vez en cuando.
Al rato, unos 10-15 minutos, añadimos el vinagre y cocemos otros 10 m. o hasta que esté la textura deseada.
Pasamos por pasapurés, retirando la rama de canela.
Si se quiere evitar el pasapurés, cortamos pimientos y cebolla muy finos al principio.

Muy rica.
Salud amig@s.

Calabacín: 7 ideas

Cucurbitácea maravillosa, es una hortaliza de verano aunque la encontramos durante todo el año.
La mayor parte de su contenido es agua, por sí mismo no nos aporta calorías.
Rico en potasio y excelente para el tránsito intestinal.
No interesan los ejemplares grandes, tipo garrote, sino los intermedios o pequeños, porque los grandones, de más de 30 cm., suelen estar flojos y llenos de pepitas, aunque no siempre.
Es aconsejable utilizarlos con piel porque en ella están sus vitaminas, sobre todo, vitamina C.
Podemos congelarlos previo escaldado de unos 3 minutos.
 En la huerta, son una alegría para los sentidos.

Nuestra 1ª idea es un clásico,  vasitos de calabacín.

Vaciaremos trozos de calabacines pequeños o medianos, dejando la base.

Con la carne del calabacín + cebolla, ajo,pimiento,tomate y lo que se nos ocurra,por ejemplo gambas, o jamón, o sólo verduras,  preparamos un refrito con el que rellenaremos los vasos previamente hervidos durante 5 minutos.

Espolvoreamos con queso rallado y gratinamos.


2ª idea: rodajas de calabacín  rellenas de jamón y queso.
Sin rellenar, estas rodajas albardadas son perfectas para acompañar carnes y pescados a la plancha.

Hacemos rodajas del calabacín lavado y sin pelar.
Las dejamos en un plato con sal, para que suelten el agua.

Rellenamos de queso y jamón cocido.
Pasamos por harina, huevo batido , y freímos.


3ª idea: pintxo de calabacín con panceta.

Pasamos por la plancha rodajas gruesas de calabacín, previamente saladas y reposadas para que suelten el agua.
Pasamos por la plancha porciones de panceta, las salamos y montamos el pintxo sobre rodaja de pan o galleta .
4ª idea: calabacines rellenos, estilo berenjena.

Asamos los calabacines abiertos en dos, haciéndoles unos cortes con la punta de un cuchillo para vaciarlos después con más facilidad, con sal y unas gotas de aceite, a 180-200º, durante 20 minutos +-.

Vaciamos la carne, la picamos y la mezclamos con un refrito de verduras a nuestro gusto.
Cubrimos con una bechamel de jamón o de gambas o de setas o de mejillones o de nuestro gusto, y gratinamos con algo de queso.

5ª idea: cremas de calabacín, caliente y fría.

Calentita resucita a un muerto, suave y digestiva.

Fría es un aperitivo ideal, servida en copa y aromatizada con menta.

Esta crema es muy sencilla:
hervir en apenas agua, porque el calabacín suelta muchísima, trozos de calabacín con cebolla y zanahoria, sin patata.
Cuando esté tierna la verdura, añadimos unos quesitos.
Trituramos.
Rociamos con zumo de oliva.
Opcional: especias al gusto, nata, yogur.

6ª idea: flores de calabacín rellenas de queso.
En las huertas familiares, suele haber excedente de calabacines y por eso, no importa comer las flores de vez en cuando. Son un manjar.
Se rellenan a lo largo, la flor y el calabacín enano al que está unida, con queso tierno o lo que más nos agrade.
Lo pasamos por harina , huevo batido y pan rallado y lo freímos.

Delicioso.

7ª idea: gulas de calabacín.
Lavamos calabacines pequeños y los cortamos en tiras.
Salamos y dejamos reposar para que suelten el agua.
Doramos ajos en láminas en buen aceite con cayena.
Incorporamos las tiras de calabacín escurridas y secas.
Cocinamos a fuego vivo, preferiblemente en wok.

Son 7 ideas de las más habituales en casa, nos quedan en el tintero, para otro día, la mermelada, el helado, el bizcocho, las tartaletas, pistos, tortillas y algunas más.
Sin olvidar que va fenomenal en los refritos de cualquier salsa y añadido a las legumbres.
Mención especial quiero hacer a dos excelentes blogs que me encanta seguir, donde este verano he descubierto 2 recetas estupendas con nuestro protagonista el   sano y rico calabacín:
- http://e-cocinablog.blogspot.com/2011/09/tarta-de-calabacin-cebolla-y-gambas.html
- http://mimesaparatres.blogspot.com/2011/10/tortitas-de-calabacin-con-queso.html


Agur verano?.
Salud amig@s.

Gelatina de uvas

Unas uvas moscatel, muy dulces, doradas al sol de Navarra en una sola cepa centenaria que forma, guiada, un emparrado inmenso que nos cobija del sol en verano y nos ofrece sus frutos en otoño.

Necesitamos:
- uvas
- 3/4 de cava o de buen vino clarete navarro
- azúcar y canela al gusto
- 6 hojas de gelatina neutra
- nata montada o crema de queso
Ponemos las hojas de gelatina en un poco de agua fría para hidratar.
Después, en un cazo al fuego, el vino o cava con azúcar y canela, para que vaya infusionando y reduciendo.

Mientras tanto, pelamos y despepitamos las uvas.
Escurrimos las hojas ya blandas con la mano a un bol con un poco de la infusión caliente. Disolvemos bien.
Añadimos el resto del líquido caliente, quedará 1/2  litro, y las uvas.
Rellenamos hasta la mitad unos vasitos y los dejamos enfriar sobre una bandeja con arroz, por ejemplo, para que queden inclinados.

Cuando esté sólida la gelatina, ya se pueden tomar.
Rellenaremos el resto del vaso con nata montada o con crema de queso.

Es dulce, aromático y delicioso, con el agradable contraste de las texturas de la gelatina y la crema.

Tomates, de la semilla al fruto

Vamos a mostrar el proceso para conseguir tomates partiendo de semillas.
Muchas veces, la planta que se vende en los viveros es de un tomate muy "industrial", muy modificado genéticamente para conseguir frutos de aspecto perfecto, tan lustrosos como insípidos, de piel dura como el plástico (los quieren así para que soporten el transporte sin magullarse) , son semillas híbridas para mejorar la producción, mucho más resistentes a las plagas, con poco valor gastronómico y muy alejados en calidad de las variedades autóctonas de cada zona, aunque produzcan mucho más.
La biodiversidad agrícola al garete.
Están desapareciendo cientos de variedades, cada zona tiene las suyas, por culpa de esa agricultura industrial y, muchas personas estamos empeñadas en recuperar los tomates de toda la vida.
El verano pasado guardamos, mi padre y yo, semillas de unos hermosos tomates, de uno de los muchos tipos que hay de la  variedad marmande, conocidos como " el feo de Tudela" porque algunos salen bastante deformes. Es un tomate extra,
comparable en sabor y textura  al corazón de buey, otro que también hemos cultivado a partir de semilleros.
Las semillas se lavan , se secan y se guardan hasta Febrero.

Estas semillitas darán estos tomates de sabor maravilloso.

Carne sabrosa, olor a tomate, pocas pepitas y poca agua.
Sus plantas producen mucho menos que las  de tomates "normales"  que venden en los viveros pero, merece mucho la pena.

En la 1ª luna creciente de Febrero, puse mis semillas en la tierra de estos semilleros, varias en cada hueco. Mi padre  plantó las suyas directamente en el suelo de la huerta y veréis qué diferencia de unas a otras.

Cuando salieron las plantitas, las clareé y puse las mejores una en cada hueco.

Por la noche hay que resguardarlas del frío.
Y mantenerlas húmedas.

Mirad la diferencia de tamaño con las plantadas  en el vivero de la huerta.

Ese día fue grande para mí; estaba ayudando a no perder uno de los tomates autóctonos de Navarra y, mi padre me enseñó a hacer un caballón para plantar "los míos".
La línea bien recta con el cordel.

Azada en mano;  el caballón es un surco con una loma a cada lado.

Y allí van mis tomatitos.
Con ese palo medía la distancia entre una planta y otra.

Puse unas 25 la tarde del 15 de Mayo.
El nogal me miraba extrañado.

Pero creo que le parecía bien.

Acto seguido, regar.

El día   15 de Julio tenían ya este porte. Y sus florecillas.

Todo gracias a los cuidados de mi querido padre.

En Agosto  tenían ya estos frutos.

Uno de cada 10, más o menos, sale algo deforme, " el feo de Tudela".

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