jueves, 17 de enero de 2013
Romanesco nevado
Una verdura de invierno de la familia de la coliflor que no conocíamos por estas latitudes hasta hace unos años; en la agricultura navarra se empezó a introducir a finales de los 80 y poco a poco se va haciendo un hueco entre las verduras frescas y congeladas.
Tiene forma y color preciosos, espirales, caracolas, pirámides verdes.....y encima tiene vitamina C y muchos minerales, es antioxidante, menos flatulento que la coliflor y de sabor muy suave.
Elegiremos un romanesco bien fresco y apretado al que vamos a quitar las hojas y parte del tronco - sin soltar los racimos- para cocerlo entero.
Lo lavamos para quitar los posibles restos de tierra y lo vamos a hervir en una perola profunda donde el agua lo cubra.
Comprobamos si está tierno con un palillo de brocheta después de unos 15m. con el agua en ebullición.
Preparamos una salsa bechamel ligera para echarle por encima arrimando al calor un cazo con un chorro de aceite o un poco de aceite y otro de mantequilla, en total unos 50 gr. , ahí doramos a fuego suave 2 ajos enteros que una vez dorados retiramos - también podemos cortarlos en láminas y dejarlos en la salsa-.
Añadimos una cucharada colmada de harina, unos 50 gr. , la rehogamos bien y la vamos ligando con caldo de la cocción del romanesco y algo de leche. Se puede hacer sólo con caldo o sólo con leche.
Vamos removiendo hasta que quede una salsa con la consistencia de nuestro agrado. Con una cucharada de harina, admitirá más o menos 1/2 litro de líquidos, así que si necesitamos más cantidad de salsa, aumentaremos grasas y harina.
Escurrimos bien el romanesco, lo colocamos sobre una bandeja y lo bañamos con la salsa.
Así mismo está listo y rico pero también podemos espolvorearlo con queso rallado y llevarlo al horno un rato.
Si lo hervimos en ramilletes en vez de entero, se cocerá todavía antes.
Salud amig@s!!
Inspiración: el blog de Apicius.
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Pues mira que yo he estado en Roma y nesco no lo conocía, pero tengo que decirte que parece un árbol de navidad y que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarMe gusta la receta y seguro que la haré.
Besos
Jorge.
Gosto de passar por aqui e poder encontrar e conhecer aromas e sabores novos. Grata por partilhar tão grandes belezas...
ResponderEliminarAbraços
¡¡¡Alaaaa que bueno, me encanta esta verdura y si es con bechamel, más todavía, besitos de Carmen!!!!!!
ResponderEliminarLa he probado aunque no es muy habitual en mi mesa. Me llevo esta receta para hacerla. Besos.
ResponderEliminarQue bonito y que buena idea, para tomar verdura. Besos.
ResponderEliminarsi que es una verdura preciosa yo no la he probado nunca
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
Es una verdura que siempre me ha llamado la atención por lo bonita que es, y lo rica que está y así con besamel de cine, un beso
ResponderEliminarque bonito!!! me encanta el romanesco! parece de otra galaxia! besos
ResponderEliminarHolaaa, esta es una verdura exquisita, no sabía que se llamaba romanesco. A mi me gusta aliñada con otras verduras. Esta receta es extraordinaria. Que salsa la bechamel que con todo pega y queda todo magnífico verdad?
ResponderEliminarUn besooo
Al ver la foto pensé, una receta navideña que se ha quedado atrás, me encanta el romanescu y así con la bechamel tiene que estar delicioso.
ResponderEliminarBesitosssss
Es una verdura muy fina, buenísima, pero tal como tú la haces aún estará mejor. Gracias.
ResponderEliminarUna verdura buen y bonita hasta para adornar, es un fractal…...
ResponderEliminarA mí, me gusta muchísimo y eso que todavía no he comido un romanesco casero. Lo tengo plantado pero no sale :(
ResponderEliminarLa receta me encanta, alguna vez pongo así la coliflor, aunque a mí me lo pones hervido y con un refrito de ajo y ya soy feliz.
Besos.
Yo también la vi por primera vez hace poco tiempo y sigo sin haberla probado... te quedó estupenda.
ResponderEliminarbesos
Pues no la conocía. ¡Se ve súper bonita! Y seguro esta muy rica!
ResponderEliminar;-D
Hola Miren, yo sí lo conozco y tuve la oportunidad de cocinarlo, en EEUU le dicen ¨broccoflower¨ o sea, una mezcla de coliflor y broccoli. La forma y el color, son divinos, baja un poco el brillo luego de hervido, pero también se puede comer crudo, con un dressing. Matemáticamente hablando, es un fractal perfecto. No me canso de mirarlo. Un beso,
ResponderEliminarPero que bonito!
ResponderEliminarMe encanta el romanesco, en casa se ha convertido en una de nuestras verduras preferidas. Besos
ResponderEliminarMe encanta esta verdura y con la bechamel de queso, perfecto. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarBonita presentación entero. Parece el bosque nevado... nos vienen bien las verduras en el mes de enero despues de los excesos navideños.
ResponderEliminarBesos.
Flori.
No lo he probado nunca pero como nos gusta mucho la coliflor y el brocoli seguro que este también y con bechamel mucho mejor. Besitos y buen finde
ResponderEliminar¡Qué bien explicado Miren! A partir de ahora tendré en cuenta esta verdura. Buen finde.
ResponderEliminarPues si que es una verdura preciosa, y a ti te ha quedado fantastica, ademas la he probado en alguna ocasion y esta muy rica. Besicos
ResponderEliminarHola Miren, gracias a que has pasado por mi blog he podido conocer el tuyo, me gusta mucho, así que me quedo por aquí, esta receta me encanta, es una de las verduras que me gustan más y esta variedad tiene un sabor no tan fuerte como los otros, aparte que toda la familia de coliflor es sanísima. Un abrazo
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