Resultan unos bollitos auténticos,delicados,esponjosos,y con un sabor lácteo,sutil,evocador de tardes de la infancia,cuando horneábamos tantos sueños.
Los he hecho gracias a que los vi en el blog de Isabel-Fabrisa,y me llamaron a gritos. Los presentaba maravillosamente,muy bien explicado y fotografiado,así es su blog,y ella,una mujer encantadora.
He cambiado la levadura,y creo que nada más.
Necesitamos:
- huevos 2 + 1 para pintar los bollos
- leche 250 ml.
- azúcar 40 grs.
- sal 10 grs
- mantequilla 60 grs
- harina de fuerza 500 grs.
- levadura de panadería en polvo 5 grs.
Batimos los huevos y los mezclamos bien con el resto de ingredientes,menos harina y levadura.
Si tenemos máquina que amase,echamos dentro la mezcla y ,encima,la harina y la levadura y le damos al botón de amasado.
Si no tenemos máquina,amasamos a mano,hasta conseguir una masa muy elástica y formamos una bola.
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La cubrimos con un paño y reposará 1 hora y 1/2,más o menos.
Después de ese tiempo,amasamos con suavidad,para desgasificar un poco.
Cortamos la masa en porciones,salen 16 de tamaño mediano.
Les damos forma y los colocamos en la bandeja de horno,tapados,para hacer otro reposo de 45 minutos.
Les hacemos algún corte si queremos,yo les hice sólo a algunos y a esos,les puse azúcar mojada por encima.
Pintamos con huevo batido y al horno,que estará precalentado a 180º.
Horno en función vapor,y,si no tenemos,colocamos un recipiente con agua en la base.
Cuando estén dorados,listos.Unos 40 minutos.
Están muy ricos ellos solos,pero admiten cualquier relleno,dulce y salado.
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