No hay que tener miedo a su limpieza, el gran porte que suelen tener se aligera bastante una vez hemos quitado y desechado las pencas exteriores, verdes y duras, que no nos interesan para cocinar.
El tronco donde se unen las ramas es el mejor bocado del cardo y como es más tierno, lo dejaremos aparte para echarlo lo último a la olla.
Iremos limpiando cada penca con un cuchillo, quitando perfectamente toda la piel del lado ondulado; por el lado liso basta con rasparla con el cuchillo, es como una telilla que sale fácil incluso pasando un papel de cocina.
Es importante quitar bien las hebras de la parte estriada para que el cardo quede muy tierno, si quedan hilos, quedará un bocado duro. No debe importarnos la cantidad de desperdicios que genera, limpiando a conciencia es la manera de asegurarnos un plato excelente.
Vamos pelando y haciendo trozos de un tamaño regular.
Iremos dejando en boles distintos con agua, por un lado el tronco y por otro las ramas.
Lavaremos bien antes de echar al agua hirviendo para quitar el posible amargor.
En la huerta. Se abrigan con sacos, mi padre de papel, para aguantar las heladas y para que queden más blancos y acaben de madurar.
Una vez eliminadas las pencas exteriores, aparecen las ramas blancas plateadas.
El que cultivamos es la variedad cardo blanco, hay cardo rojo, también extraordinario.
Lo herviremos en una olla grande con abundante agua con sal.
Vamos echando un puñado de cardo cada vez, esperando que empiece de nuevo el hervor antes de volver a echar otro.
Dejamos para el final las partes del tronco porque son más tiernas y se cuecen en menos tiempo.
Cuando esté cocido a nuestro gusto, más al dente o más blandito, apagamos el fuego y dejamos la verdura sumergida en su caldo hasta que la vayamos a consumir.
Lo normal en nuestra familia es servirlo con un refrito de ajos en un generoso chorro de aceite de oliva; otras muchas veces hacemos una velouté, con una pizca de harina sobre el refrito de ajos, rehogando bien y añadiendo caldo de la cocción hasta ligar la salsa.
Simplemente delicioso.
La textura del cardo ( no cardos), es tierna y firme a la vez,como la de una pera en su punto de madurez, como un mazapán, y su sabor es especial y delicado, con notas amargas muy muy lejanas, recuerda algo a las alcachofas y a la achicoria frescas.
El caldo sobrante es buenísimo, para enriquecer otras salsas, para sopas, o para tomarlo solo.
El cardo, como las alcachofas, es bueno para la salud del hígado, para prevenir la osteoporosis y diurético. Y es ideal en dietas de adelgazamiento
Salud amig@s!!
On egin!
Tal vez os interese este cardo con alcachofas de Tudela.
Pues gracias por la información, a mi madre le encantan los cardos. A mí no tanto, pero no sabía como limpiarlos, besos!!
ResponderEliminarY si te digo que no los he probado nunca? la verdad es que me ha resultado curioso verlos en la huerta y así en el platito qué ricos.
ResponderEliminarbesos
No lo conocía que existía, qué curiosidad.
ResponderEliminarSaludos
Qué ricos son los cardos , dan trabajo pero la recompensa luego al comerlos, es grande.
ResponderEliminarLos degusté por primera vez en tu tierra, claro está, hace muchos años cuando fui a casa de la familia y me enamoré de ellos.
A mi cuñada le quedan estupendos.
Qué lujo de huertica Miren !!!
Besinos.
Cuestan un poquito de limpiar pero están buenisimos.Un tutorial genial.bss
ResponderEliminarUna buena lección para aprender a limpiar esta verdura que conocía pero no la he probado nunca. Besos.
ResponderEliminarEl cardo me parece riquísimo! Pero hay que reconocer que un poco de pereza si que da limpiarlo y cocerlo... Pero bueno, queda recompensado con su delicioso sabor ligeramente amargo. Por aquí abajo se comen con una salsita de ajos, almendras y pan fritos.
ResponderEliminarhttp://micocinitadejuguete.blogspot.com.es
No lo he probado nunca!! Está bien saber cómo prepararlos por si me los encuentro!!
ResponderEliminarA que saben?? Es similar a alguna otra verdura??
Besotes guapa!!
La textura del cardo ( no cardos), es tierna y firme a la vez,como la de una pera en su punto de madurez, como un mazapán, y su sabor es especial y delicado, con notas amargas muy muy lejanas, recuerda algo a las alcachofas y a la achicoria frescas.
EliminarLos visto en algunos puestos del mercado pero como no sabía como prepararlos nunca los he comprado. Ahora si que no tendré excusa. Muy bueno el tutorial.
ResponderEliminarBss
Para mi es un gran artículo, lleno de información real, buena y además con una receta fabulosa....me encanta, me dan ganas de plantarlos por acá no los consigo practicamente, nunca.
ResponderEliminarUn beso grande y gracias por compartir tantas cosas de tu huerta y tu vida a través de la cocina.
Una buena entrada, nunca he probado cardo aunque en uno de los pueblos que he vivido era muy típico comerlo en Navidad. Besos.
ResponderEliminar¡Gracias Miren, qué bueno, qué bueno!. Un besote,
ResponderEliminarwww.cocinaamiga.com
Una vez cocido el cardo, no se le puede quitar el amargor?
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